Continuación de entrada Cuento
Parte N.º 1: El Incidente El camino es largo, y la noche no ayuda; el cansancio hace su trabajo. Los ojos se cierran y, por unos segundos, la conciencia se pierde. Movemos la cabeza para evitar que el sueño nos venza, pero... Después, solo hay silencio. La reacción inmediata es gritar de rabia y dolor, maldecir lo ocurrido, mirar, buscar, tratar de pedir ayuda. Luego de un rápido chequeo para constatar que las heridas son superficiales, lo que sigue es salir del coche y caminar, pedir ayuda y abandonar este solitario camino.